1º1ª
Un piso muy acogedor
Este piso de 95 m2 tenía elementos, que, sí o sí, debíamos mantener, la distribución del comedor daba mucho juego y enseguida nos dimos cuenta del potencial que tenía y cómo podía quedar una vez reformado.
El trabajo de carpintería que había en el ventanal del comedor y las ventanas de las diferentes habitaciones era muy bueno, sólo necesitaba un “upgrade” para ponerlo al día. Lijamos el barniz brillante y cambiamos las molduras dejándolo con una tonalidad mucho más natural y protegido con barniz mate. Así conseguimos que la madera cobrara presencia y generara una continuidad visual a lo largo del recorrido por el piso, aportando muchísima calidez.
En la entrada dos arcos originales que separan la zona de recibidor del comedor pero asimismo queda como un único espacio abierto.
Nos pareció divertido trasladarlos al balcón que queda justo en frente, así que apostamos por pintar uno en la pared en color terracota. Este ayuda a enmarcar las plantas y un farolillo de exterior recuperado creando una composición asimétrica y da un toque divertido al exterior.
Los arcos
El salón
Elegimos el sofá, en formato chaise longue en un tono azul-grisáceo que aporta un toque de color y contraste desenfadado.
Los estantes que visten la pared hechos con tablones de obra, pisados y machacados. Nos encanta el grosor que tienen y que sean imperfectos.
La lámpara de pie con la pantalla en lino refuerza el estilo natural, al igual que el ficus lyrata al otro lado, una planta que resiste bien en interior y que aporta mucha frescura.
Cocina y comedor abiertos
Elegimos la cocina en verde y la combinamos con un suelo hidráulico con patrón floral y la misma gama de colores. Para el frontal de la cocina elegimos una baldosa de metro blanca más actual.
Un elemento importante a destacar es la campana de techo, la amplitud y la sensación de espacio abierto es mucho mayor gracias a esta.
A la derecha una larga barra americana, acabada en madera y combinada con tres taburetes estilo industrial en blanco y madera de la misma tonalidad. Perfecta para estar cerca de la familia, amigos e invitados mientras cocinamos, charlar con ellos y tomarse unos aperitivos antes de sentarse todos juntos a la mesa.
El comedor donde la madera, el hierro y la pared de obra vista son los protagonistas, un estilo que mezcla rústico e industrial.
La mesa es una pieza única fabricada por nosotros; pintamos las patas de hierro recuperadas de una antigua mesa de jardín y el tablero de teca maciza, también recuperado, lo conseguimos en un rastro. La combinamos con sillas estilo provenzal así como el mueble aparador de detrás, donde se guarda toda la vajilla de ocasiones especiales, copas y botellas de vino y licores.
El toque natural lo aportan las plantas a ambos lados.
Baño de cortesía
En este baño mantuvimos las baldosas de la pared en blanco que había anteriormente, pero retiramos las que había de la mitad hasta arriba el techo y pintamos la pared en un color azul marino muy oscuro con intención de dar un toque dramático y elegante junto a las lamparas a ambos lados del espejo circular. Este cambio actualizó enseguida el espacio sin hacer una gran reforma.
El mueble, lo vimos en un rastro y nos encantó, era perfecto para el espacio, así que nos lo llevamos. Lo pintamos con chalk paint, dejando la parte superior de madera al natural.
El conjunto; coqueto e ideal para un baño de cortesía.
Estudio
Antes había un estrecho pasillo que recorría des del comedor hasta el otro lado del piso, tiramos uno de los tabiques que cerraban una habitación para crear un espacio abierto y así tener una zona de paso más amplia y luminosa.
Ubicamos allí el estudio. Enfatizamos la pared trasera pintándola en verde y colocamos unas estanterías de lado a lado.
En la parte inferior, dos armarios para guardar material y documentos.
Suite
En una habitación que transporta a un refugio de serenidad, el protagonista, es el cabezal hecho con bajos de puertas antiguas y que conserva un poco de patina en tono azulado y las brechas por el paso del tiempo en la madera.
Al lado izquierdo dos armarios blancos que contrastan por su modernidad pero no por eso pierden continuidad con la vivienda gracias al detalle que hicimos; unas baldas en madera envejecida entre uno y otro donde lucen unas cestas de mimbre perfectas para guardar complementos, combinados con otras piezas decorativas como el portavelas en latón y vidrio.
Baño en tonos cálidos para la suite.
Optamos por una baldosa hidráulica y la combinamos con una baldosa irregular a media altura en las paredes.
Siempre que podemos, intentamos, que lo primero que veamos al entrar a un baño sea el el mueble-lavabo y el espejo.
En este caso el espejo lo fabricamos a medida con el perfil de hierro. Y en cuanto al mueble, combinamos balda con cestas de mimbre para la ropa y cajones para almacenaje, con el lavabo de sobrencimera en blanco.
El resultado, un baño relajante y lleno de luz.