Los niños crecen rápido, sus hábitos y necesidades también, entonces llega esa etapa en la que ya no quieren bañeras sino que prefieren la ducha de sus padres.

Cuando caminamos por las calles, las fachadas de los edificios nos hablan de la propiedad, vemos su estado e imaginamos cómo serán por dentro.

Enseguida visualizamos como de bien quedaría una piscina estilo ibicenco, acabada en cemento, con bancos integrados en obra y plantas tropicales.

Su ubicación es buena pero pasa un poco desapercibida, por eso esta joyería, situada en la Antiga Esquerre de l’Eixample, necesita modernizarse y lucir como se merece.

Esta casa tradicional, pide a gritos que le expriman el encanto que tiene.

Diseñamos un amplio comedor para una casa en el Empordá, donde la chimenea es el foco central con cristales en los cuatro costados y todo se diseña alrededor de ésta.

Una comunidad de vecinos quiere dar un nuevo aire a su escalera sin hacer una reforma importante.

Faltaba algo que la hiciera más personal y resaltara visualmente.